Quería llorar mientras veía la ciudad desde lo más alto, por eso ella eligió la noria de entre todas las atracciones. El ruido de la feria era insoportable y ni llevando los auriculares puestos Nuria lograba aislarse de él. "Quizás cuando esté arriba, en lo más alto, no oiga nada", pensó mientras entregaba el ticket al encargado que la acomodó en su cesta. Siempre el ruido; el ruido de la ciudad, el ruido de la naturaleza, el ruido de las voces; no lo soportaba, le dolía como puñales entrando en sus músculos. ¿Cuántas veces tuvo que explicar que solo el silencio le dejaba respirar? En el colegio, en la universidad, con los amigos; siempre tenía que pedirlo una vez al día; "por favor, menos ruido". Hipersensibilidad acústica lo llamaban. Y mientras tanto ella tuvo que buscar una carrera y un trabajo que le permitiera trabajar sin tener que salir de casa, eso fue fácil. Tuvo que buscar amigos que la comprendieran y respetaran; eso fue más difícil. Y tuvo que buscar a ...
La carrera comenzó y una vaporosa hada agitó magia con su varita espantando al Dragón que le entorpecía el camino. Dos enanos, con una perfecta coreografía, la zancadillearon para que luego un caballero andante les apartara de su camino levantándolos del suelo a ambos sólo con uno de sus brazos. Y cuando el guerrero llegaba a la meta una ráfaga de azul metal, echando fuego como un cohete, le sobrepasó en un segundo. -¡"Papá, léeme un cuento". La niña levantó el enorme libro lleno de narraciones infantiles hacia el regazo de su padre. Éste lo abrió por una página al azar; "El robot veloz" se llamaba. ¿Cómo es posible que siempre le salga este cuento el primero?
"Ávidas mentes del mañana". Russel Crowe. "Una mente maravillosa" Pasea el borrador por la pizarra lanzando así al olvido los conocimientos que en ella plasmó durante la explicación. El polvo se precipita sobre el recogedor que lo recibe con sumisión acomodándolo con el resto acumulado de clases anteriores. De arriba hacia abajo, de izquierda a derecha, despacio, afianzando el borrador y apretándolo con fuerza sobre la verde piedra asegurándo así la limpieza. Su moviento es lento y le gusta que así sea, le relaja; como si de un mantra se tratara deleita a sus oídos con ese ritmo. Las ecuaciones desaparecen y las incógnitas que solucionaban dejan lugar para nuevos problemas, nuevas oraciones a analizar, nuevas formas geométricas que descubrir. Mientras lleva media ecuación borrada detiene su brazo y la observa, mutilada y rota como un cuadro rajado por un cuchillo; como una estatua a la que han violado con sprays de pintura. Aun así no puede evitar descubrir bell...
Comentarios
Lo peor es que no es la única versión india de superman