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Mostrando entradas de septiembre, 2009

Huida hacia adelante.

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-"¿Que por qué estoy aquí? Bueno, pues supongo que porque no me gustaba mucho lo que había allí. ¿Que había allí? Pues allí estaba el éxito, los amigos... bueno, cierto éxito y algunos conocidos. Mi mujer..., no, no exactamente mi mujer, mi compañera..., uf, qué horrible suena eso de “mi compañera”. Mi chica, si, mi chica que es como a ella le gustaba que le dijera. También estaba mi hijo al que veía poco, y la madre que lo parió a la que veía menos. Bueno y un cheque para ellos todos los días uno de cada mes. ¿Que qué mas había allí? Allí había subvenciones, alta tecnología con “a” mayúscula y “t” mayúscula. Tipos en minúscula que te venden Kleenex en los semáforos, posibilidades de viajar, el teatro..., ¡Ah, bueno! Y fútbol, fútbol todos los domingos y bastantes miércoles. No, pues si allí es una ciudad estupenda, además de cinco millones de personas que son felices cuando aparcan en doble fila en medio de un tráfico alegremente espeso rodeados de nubes de mensajeros. Yo adoro

Un final feliz.

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A mi amiga Sofi le ha dejado el novio. Es una putada , lo reconozco, pero en el fondo me alegro. Nunca me gustó Sofi para él. El chico es demasiado espabilado y listo para tener como novia a una amiga mía. No pienses que odio o desprecio a mi amiga, la verdad es que la quiero como a la hermana que nunca quise tener. Lo que ocurre es que, al igual que Groucho Marx que nunca quiso pertenecer a un club que lo admitiese como socio, yo nunca quise tener amigas que fuesen admitidas en ningún club que me admitise a mi como socio. Parece un galimatías, lo se, pero si analizas la frase tiene mucho sentido, o al menos tiene algún sentido. Mi amiga Sofi es..., como decirlo, es... plana. No es una persona simple, es una persona sencilla, tan sencilla como el funcionamiento de una cuchara de plata artesanal labrada por un ilustre orfebre. Demasiado inocente y crédula. Como el día en que le dije que Van Gogh se arrancó la oreja a mordiscos y ella me dijo que hacía falta valor para hacer al

El fin de los buenos dias.

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Ahora que ya llevamos una semana de septiembre y casi todo el mundo a vuelto al trabajo, no puedo si no echar de menos esa imagen subjetiva que, desde mi sofá, me ha acompañado durante estas semanas de asueto. Aquí tenéis un resumen fotográfico de lo que han sido mis vacaciones este año. Un minuto de silencio por esta visión que ya no podré contemplar con el relax de los días estivales pasados.