Todas las princesas han muerto.

“Dos toneladas de metal, carne, huesos y las leyes de Newton. Todas las princesas han muerto”.

Death Proof


La Princesa miró sus muñecas y se preguntó porqué siendo prisionera no tenía en ellas los grilletes que simbolizaran su sumisión. El Dragón desde lejos respondió a su pregunta -"Por que no eres mi prisionera". -"¿Entonces puedo marcharme ahora mismo y volver a mi Reino con mi Padre?". El Dragón, sin volver su cabeza hacia ella y contemplando el horizonte resopló. -"En tu Reino con tu Padre ya sabes qué clase de vida tendrás". -"Una buena vida", dijo con arrogancia la pequeña Niña mientras con una mano retiraba el pelo rubio de su frente. -"Una buena vida..." dijo cansado el Lagarto gigante, -"Dime princesa, ¿cómo es un día en tu vida?". La Princesa buscó entre todos los muebles de la habitación algo parecido a una silla con la suficiente nobleza como para sostenerla, encontró una y la usó. -"Seguro que piensas que soy la típica niña princesa consentida, que me basta con levantar un dedo para que mis vasallos cumplan mis caprichos. Mi vida no es así; me levanto temprano y mi Maestro me enseña geografía para saber dónde están los Reinos vecinos, matemáticas para saber cómo negociar y literatura para expresarme con facilidad ante mis súbditos. Mi vida no es la de un cuento". El Dragón giró su cuello hacia la Heredera -"Admiro la inteligencia que veo en tus ojos Niña. Dime Princesa ¿qué es aquello que más deseas?" La Infante irguió su espalda, se levantó de la silla y dijo con nobleza, -"Lo que más deseo es gobernar el Reino de mi Padre". -"Pero para ello primero has de casarte ¿verdad?" El Dragón dió un golpe con una de sus patas en el suelo, olvidó el horizonte y dio unos pasos en dirección de la Princesa. -"Para heredar las tierras de tu Padre primero tienes que casarte con un Príncipe ¿verdad?". -"Si. Desearía casarme con el Príncipe de la Flor de Lis. Es el que mi Padre dice será el más capaz de todos" dijo ella incómoda. -"Y dime Niña ¿tienes tiempo entre tus clases de concoer a un hombre con el que desees compartir tu vida?" -"No" dijo sin quitar la mirada de los ojos de azul Lagarto. -"Claro que no Heredera. Por eso estoy yo aquí, contigo. Soy un dragón..., no, soy el Dragón que os arrebató de las tierras de tu Padre porque os amo" -"¿Y demuestras tu amor dejándome aquí, olvidada y lejos de la gente que me Ama?" El Dragón se enfureció y subió el tono de su voz. -"¿De la gente que os ama dices? Y qué hace esa gente por vosotros. Yo os voy a entregar a aquello que más deseáis, os voy a traer a vuestro Príncipe. A aquel que os librará de las garras de un Dragón azul para así demostrar el Amor que os merecéis. Entregaré mi vida porque os Amo y así encontraréis el Amor". La Rubia Niña calló, miró al suelo y acercó su mano al Dragón que, pese a estar lejos podía sentir ahora más cerca. -"Dragón" dijo ella cariñosa, -"Dime Princesa". La Niña se sentó de nuevo en la silla y acarició sus muñecas. -"Gracias".

El Dragón volvió a su postura inicial mirando al horizonte. En el suelo quedó la huella de una de sus pisadas y en ella la mancha roja mezclada con el metal de una armadura. En la armadura una marca, la de la Flor de Lis.

-"Las que tú tienes Princesa"


Comentarios

Cabra Montesa ha dicho que…
no sé porque las princesas tienen tan mala fama.
Yo es soy más de Xena, (y no por siliconadas tetas) sino porque ademas de princesa era guerrera.
Cabra Montesa ha dicho que…
ahhh se me olvidaba:
tambien me pone a cien la princesa Leia, una tía con caracter.

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