Prohibido prohibir 7/7 Primera parte

7. No contar de mi vida personal más de lo necesario.

Capítulo primero; Cómo definirme con tres palabras.


Hace tiempo una chica me dijo que de cinco fotos que le había enseñado de mí, en cada una de ellas parecía una persona distinta; una con pelo largo, otra al cero, otra con perilla, otra con traje y corbata y la última en bañador. -"Si me hubieras dicho que eran cinco personas distintas me lo habría creído". Me sentí halagado por esas palabras ya que siempre he deseado, ante cualquier otra cosa, no ser convencional. Creo que lo he heredado de mi padre, aquel que fumaba Rex y se compró un vídeo 2000 por ir contracorriente.


Y soy vanidoso, porque me encanta hacer test de inteligencia y leer en el resultado "C.I. ALTO o MUY ALTO". Aunque la inteligencia no tenga que ver con ser listo ya que tengo la capacidad de abstraerme y despistarme con cualquier cosa equivalente a la de un niño de dos años. Imagino cosas, historias, personajes. Incluso cuando de pequeño jugaba con una Game & Watch de Mario Bros. me imaginaba los diálogos de los personajes y sus confilctos e historias dentro del juego. Divago mucho, pero soy inteligente, que no os engañe.


Ser vago es una virtud y si os hacen creer lo contrario os están engañando, hacedme caso, soy inteligente. La administración de rige por la ley del mínimo esfuerzo, la naturaleza se ordena por normas no escritas que cumplen esa casi doctrina. Observad el curso de un río y veréis que éste discurre por donde el agua se filtra con más facilidad, por donde pasean las dos moléculas de hidrógeno y el oxígeno alegres y cómodas como un trío perfecto y vital. El propio cuerpo humano sigue esa norma economizando sus energías. No amigos, la vagancia, que no laxatud, es necesaria y útil. Llegad a casa y quitáos la camisa con el jersey a la vez mientras os descalzáis. Optimizar recursos y aprovechar los descansos durmiendo hasta tan tarde como se pueda. Soy vago, y hago las cosas sólo cuando no puedo evitar el no hacerlas. No me va mal así.


Si juntáis estas tres características; rebelde, vanidoso y vago, tendréis a alguien que se parece mucho a mi. Alguien que lucharía por lograr lo que desea si no fuera porque le da pereza hacerlo pero como de vez en cuando le gusta exibirse suele hacer acopio de energías y, por ejemplo, escribir para ver aplausos pintados en cristales de plástico.

De todas formas no os preocupéis, no usaré mis poderes para el mal. Aunque para eso antes alguien tendría que explicarme qué es el mal. Al final va a resultar que es cierto que no soy listo.

Comentarios

YoMisma ha dicho que…
Nunca he pensado que ser vago fuera malo realmente, me gusta encontrar gente de mi bando...

Has probado a ponerte los jerseys sin antes darles la vuelta y que queden del derecho? Así parece complicado, pero ahorras mucho tiempo, cuando entiendes la técnica ^^

Saludines,
YoMisma

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