Entradas

Mostrando entradas de diciembre, 2010

Post interactivo.

Por si llevábais mes y medio viviendo en una cueva o si os habéis desconectado de todo cual controlador aéreo en huelga, quiero recordaros que en apenas dos días el 2010, año de vino y rosas, se marcha para no volver. La gente, y por gente me refiero vosotros ya que yo soy de otra pasta, suele hacer en estas fechas una suerte de lista de deseos, propósitos y/o enmiendas para cumplir en el año que inauguramos. Creo que en mis 35 años jamás he hecho una lista semejante porque, entre otros motivos, me conozco lo suficiente como para saber que no la cumpliré. Y ya puede tener la lista algo tan obvio como, "respirar todos los dias unas cuantas veces por minuto" que buscaré la manera de no cumplirlo. No es por testarudez, es porque me gusta no hacer aquello que de mi se espera. Es una cruz, lo se, pero lo llevo bastante bien. El caso es que he pensado que puede que el problema radique en que sea yo quien haga la lista y tenga que delegar en otra persona ese extraño reto. Podría per

Bajo tus pies.

Imagen
Muchas veces deseamos escalar cumbres tan altas que ni tan siquiera llegamos a vislumbrar sus cimas. Soñamos con héroes plagados de poderes que vigilan nuestras vidas y nos protegen desde el cielo de todo mal. Anhelamos un cariño incondicional de aquellos que nos rodean y quisiéramos que nuestro amor no se agotara nunca para hacer felices a todos. No siempre, pero muchas veces ocurre que un milagro está tan cerca de nosotros, tan pegado a nuestra vida, que no lo vemos. Vivimos mirando a las estrellas esperando que de ellas venga la magia que poblaba nuestras mentes en la infancia. Soñamos con los ojos cerrados, nunca abiertos. Miramos al lado equivocado. Mira a tus pies, bajo ellos, no retes a los dioses esperando que vivan en las nubes, pisa fuerte a cada paso, afianza tu andar y puede que descubras la magia bajo el suelo. Puede que veas que la fantasía ya te esté llevando de la mano y un felino gigante te ayude a cruzar un desierto. Y si es así, no olvides contarlo

Cosas que aprendí esta semana.

Imagen
Esta semana ha sido particularmente extraña. No lo digo haya ligado con una mujer que a priori estaba muy por encima de mis posibilidades como modesto friki, ni lo digo por el abuso y acoso a Julian Assange por su supesto abuso y acoso a varias de sus empleadas, ni porque me he librado por los pelos de un terrible accidente de tráfico gracias a mi, cada vez más evidente, sentido arácnido. Si esta semana ha sido extraña ha sido porque pese a tener tres días laborables y dos festivos muy mal emplazados se me ha hecho iiiiiiinnnnccccrrrreeeeiiiibbbblllleeeemmmeeeennntttteeee larga. Por eso me ha dado para hacer un resumen de estos siete días que paso a comentar; LUNES. Podríamos decir que esta semana empezó en sábado ya que, junto con el domingo, el lunes se unió para alargar un finde de tres días. Por la mañana hubo cervecitas, tapeo variado por el centro y más cervecitas. Cine, vaya mierda de peli que es Skyline. Antes ibas a ver una de extraterrestres y era sinónimo de entretenimiento.

Equipo Biofrutas.

Imagen
Entre mis dones, que no son tantos como hago creer a quien acabo de conocer en un bar, de noche, recién afeitado, con mis mejores ropas y con estridente música de fondo, no se encuetra la memoria. Quienes me conocen de hace tiempo sospechan de mí cuando afirmo semenjate certeza ya que ellos saben que recuerdo con claridad casi enfermiza diálogos completos de películas que he visto una sola vez, párrafos de libros, conversaciones de hace años y que soy capaz de enumerar de manera obsesiva todos los detalles que había en un lugar. Tengo alma de autista, eso ya lo se. El problema de mi memoria es que si bien recuerdo muchas cosas (la mayoría banales) no puedo hacerlo de manera selectiva, siendo el azar el que me lleva a retener ciertos datos sí y otros no. Todo esto es para informar que hace ya tiempo los procaces (no sé muy bien el significado de esa palabra pero me encanta usarla) miembros del Equipo Biofrutas tuvieron el detalle de dejarme escribir en su blog y yo, que me presto a tod